En un mundo cada vez más conectado, la transformación digital se ha vuelto una prioridad para las empresas de todos los tamaños, en especial para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) que buscan mejorar su competitividad e impulsar su crecimiento. De allí la importancia de la digitalización de procesos, que permite optimizar las operaciones diarias y ofrecer una mayor flexibilidad y adaptabilidad a los requerimientos del mercado.


