El crecimiento de una empresa no solo depende de sus ingresos, sino también de la eficiencia con la que gestiona sus recursos. Por esta razón, la gestión de activos fijos se vuelve fundamental para las organizaciones. Administrar adecuadamente los bienes tangibles de una empresa garantiza su disponibilidad y prolonga su vida útil, pero también impacta en la eficiencia operativa y en la capacidad de respuesta ante oportunidades del mercado.


