No es secreto que las empresas mexicanas enfrentan una serie de desafíos que van desde la competencia global hasta la gestión eficiente de sus recursos internos. Estos desafíos, aunque pueden parecer abrumadores, también representan oportunidades para el crecimiento y la innovación, especialmente cuando se utiliza la tecnología, de forma estratégica, para diseñar soluciones que pueden catalizar la transformación y la competitividad empresarial.