Dirigir un negocio exitoso, que mantenga un crecimiento constante, es una tarea retadora, ya que exige tener el control sobre una serie de procesos que diariamente generan una cantidad considerable de datos. De allí la importancia de una buena gestión de procesos, que ayude a las PyMEs a lograr la eficiencia operativa que necesitan para elevar su productividad y competitividad.