Imagina que estás navegando un barco en un mar desconocido; sin un mapa ni una brújula, y cada decisión que tomes será un tiro al azar, sin saber si estás acercándote a tu destino o adentrándote en aguas peligrosas. Aunque puede verse como una comparación exagerada, la realidad es que muchas empresas, especialmente aquellas en crecimiento, aún “navegan” sus finanzas sin un análisis de costos adecuado.


