A menudo, la adopción de un sistema ERP (Enterprise Resource Planning) representa un momento clave para una empresa en crecimiento que busca escalar sus operaciones, optimizar procesos y centralizar la gestión de la información. Sin embargo, la simple instalación del software no garantiza el éxito; el verdadero desafío reside en la migración de datos, un proceso que determina si el nuevo sistema operará con información confiable, estructurada y lista para impulsar la toma de decisiones.
La relevancia del tema queda clara al considerar que, según estimaciones de Gartner, los errores en los datos cuestan a las empresas un promedio de 15 millones de dólares al año. Aún más preocupante es que el 60% de las organizaciones ni siquiera mide el impacto de estos fallos, lo que significa que operan sin tener visibilidad del desperdicio, las pérdidas y las ineficiencias que generan al basar sus procesos en información defectuosa.


