Piensa en cuando recién implementaste tu sistema administrativo actual, seguramente haya sido un buen momento para tu pequeño o mediano negocio en crecimiento: estaba disponible el dinero para invertir en un software capaz de poner a la empresa en el siguiente nivel y todos los colaboradores se sentían ansiosos de aprovechar todas sus funcionalidades, ver los procesos optimizados, tener mayor rendimiento y mejores resultados finales.